Reseña de los capítulos “Introducción” y "El problema poético" de Estructura del lenguaje poético, de Jean Cohen

 “Introducción” y "El problema poético"
Por Édgar Fabián Amaya Güiza


Cohen, Jean.  “Introducción” y “El problema poético”. En: Estructura del lenguaje poético. Madrid: Editorial Gredos, 1984, p. 9-50.

El profesor de la Sorbona Jean Cohen nos presenta en el libro “Estructura de lenguaje poético” un análisis del fenómeno lírico como desviación desde la poética, donde busca, por medio de una comparación con la prosa, establecer sus rasgos característicos. Así mismo, el autor expresa sus hipótesis siguiendo las concepciones de Mikel Dufrenne, Valery, Etienne Souriau, Charles Bruneau, Leo Spitzer, Charles Bally,  Buffon, Pius Servien,  Roland Barthes, Georges Mounin y Valéry, que, al igual que él, han reflexionado en torno a la poética.

En la primera parte de esta obra, el escritor comienza argumentando que la poesía no está restringida a lo mero literario; sino que, según él, su esencia estaría presente en todas las cosas y seres de diferente naturaleza capaces, de esta forma, de generar un “sentimiento”. De ahí que por razones metodológicas, para él, sea necesario, para su investigación, la identificación de un objeto, partiendo desde los aspectos meramente literarios, específicamente del poema, que se limitaría, con la consideración de los dos niveles de procedimiento (fonético y semántico), a aquellos que están sujetos al verso presentes en la poesía fono-semántica o integral. 

Luego, el esteta, al plantear la incógnita sobre qué hace a un texto de este género diferente de uno escrito en el lenguaje natural, y a partir de la concepción “científica” de la estética de acuerdo a la concepción de Etienne Souriau, cree adecuado la utilización de un método de estudio como la observación y la comparación entre los hechos. Igualmente, agrega que autores como Charles Bruneau, Leo Spitzer, Charles Bally y  Buffon concuerdan en considerar el lenguaje corriente como norma y que el estilo, presente en el poema, sería la violación individual de dicha la regla. Después, agrega que el corpus, sobre el cual trabaja, fue elaborado conforme a una objetividad y a los principios de selección y de homogeneidad. De ahí que haya designado tres poetas clásicos (Corneille, Racine y Molière), tres románticos (Lamartine, Hugo y Vigny)  y tres simbolistas (Rimbaud, Verlaine y Mallarmé), elección basada, siguiendo a Pius Servien, en el consenso histórico de una sociedad. Por lo demás, aclara que la selección de los bardos de diferentes momentos respeta el segundo principio antes mencionado, puesto que, para él,  la clasificación de esos períodos sucesivos seleccionados se hizo siguiendo la condición de unicidad de la lengua entre ellos, es decir que el criterio de selección de las épocas se baso en la similitud de la lengua.

En el segundo momento del escrito, Cohen, desde una posición estructuralista, considera que la búsqueda, desde la poética, de la diferencia debe centrarse en la forma tanto de la expresión como del contenido. En la primera, según él, puesto que ella es la que determina la actualización o no del carácter potencial poético de  la “cosa” y;  en el segundo, debido a que establece que,  a partir de la traductibilidad y coincidiendo con Valéry, esa diferencia radica en las relaciones que se generan entre los significados, es decir, la “estructura del sentido”. Asimismo, éste demuestra que los procedimientos de rima y encabalgamiento hacen parte del proceso de significación, ya que existe una correlación interna con el sentido. De igual manera, en este instante del discurso, éste hace referencia a que un poema tiene sentido y este es dado por el lírico a través de “figuras” que, para Jean, son las desviaciones del lenguaje.
  
 Además, aparece en el texto que la invención consiste en que a partir de una relación ya dada el poeta crea los términos, motivo por el que es considerado como tal. Igualmente,  éste nos expresa la incógnita sobre la posibilidad de que  exista  un rasgo común  entre la rima, la metáfora y la inversión  capaz de explicar su similar eficacia. Luego,  finalizando el segundo rubro, establece que su observación se limitará al estudio de las  figuras más representativas de las funciones, buscando, al mismo tiempo, el rasgo íntimo entre ellas a través de la comparación. Por último, concluye, en esta segunda parte, que el análisis solo se ha ocupado de la desviación del sistema del código del lenguaje, puesto que es condición necesaria para la reconstrucción del lenguaje en el plano superior.
  
 

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